La película habla acerca de
un maestro que es acusado por compartir ideas que para la ciudad, que en su
mayor parte son creyentes, no eran las adecuadas para los estudiantes ya que
estaban contradiciendo las palabras de la biblia.
En sí toda la película es un
debate en un juicio sobre opiniones muy distintas, la evolución del hombre
según la religión y según Charles Darwin. Cada uno de éstos defiende sus
creencias.
Es comprensible el hecho de
que las personas sean muy cerradas al hecho de la teoría de que los hombres
antes eran primates que con el paso del tiempo fueron evolucionando y más bien
se aferraban a la creencia de un dios según la Biblia. Porque esta película se
lleva a cabo a base de una época un tanto antigua (30 años después de la muerte
de Darwin). Por ello cabe mencionar que hay mucha ignorancia respecto a la
ciencia.
Es muy interesante el hecho
de cómo termina la película. Las personas comienzan a abrirse más al escuchar
las protestas del abogado del maestro, tomando en cuenta algunos
acontecimientos comentados en la biblia que son técnicamente imposibles según
las leyes de la naturaleza. Cosa que empieza a aturdir al creyente que acusa al
maestro. Por medio de esto la gente comienza a dudar en las palabras de dios.
En sí nos pone a pensar en
lo mucho que le costó al hombre pensante crecer en medio de tanta gente
atascada en la religión, la religión ayudó al hombre para dudar, y el dudar
para filosofar. Podemos creer en la existencia de un dios, pero aún así la ciencia
siempre ha estado por delante debido a su objetiva y no por obsesión por la fe
y los pecados.
Yo no creo en dios, no me
considero religiosa y tampoco creo en los milagros, por que el desarrollo de la
película se me hizo un tanto frustrante por la mente cerrada del anciano
creyente. Pero el final me gustó mucho porque habla de la libertad de expresar
ideas, de expresar filosofías que abren más puertas para comprender más nuestro
entorno.
Pero hay otra cosa de lo que
se debe mencionar. Una persona puede ser creyente y religioso y vivir feliz así
también una persona atea que no cree en milagros puede vivir feliz por igual.
Cada quién tiene sus formas de ver el mundo, de ver el universo, y por lo tanto
hay que respetarlo. La religión católica no es la única religión que hay en el
mundo, asi como la teoría del big bang no es la única teoría del origen del
universo. Cada quién puede filosofar o creer en lo que se le antoje, porque
todos tenemos derecho a expresarnos, y nadie debe impedirlo o puede decir que
es un insulto a la humanidad, son solo ideas, algunas objetivas, otras
subjetivas. Así también a nadie se le debe exigir qué creer y que no, por lo
mismo, todos pensamos diferente, no igual. Y gracias a eso hemos llegado muy
lejos y eso es bueno.
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